La Motivación
Se puede definir como el proceso que inicia, guía y mantiene
las conductas orientadas a lograr un objetivo o a satisfacer una necesidad.
Es la fuerza que nos hace actuar y nos permite seguir
adelante incluso en las situaciones difíciles.
Sin embargo, al igual que los retos y los proyectos que nos
proponemos son muy variados, los tipos de motivación de los que nacen nuestras
fuerzas para lograr nuestros objetivos también lo son.
Tipos de motivación
El grado de motivación de cada individuo no es directamente proporcional al valor de aquello que lo provoca, sino que es la importancia que le da la persona que lo recibe la que determina la fuerza o el nivel de motivación.
1. Motivación extrínseca:
La motivación extrínseca hace referencia a que los estímulos motivacionales vienen de fuera del individuo y del exterior de la actividad. Por tanto, los factores motivadores son recompensas externas como el dinero o el reconocimiento por parte de los demás. La motivación extrínseca no se fundamenta en la satisfacción de realizar la cadena de acciones que compone aquello que estamos haciendo, sino en una recompensa que solo está relacionada con esta de manera indirecta, como si fuese un subproducto.
2. Motivación intrínseca:
La motivación intrínseca hace referencia a la motivación que
viene del interior del individuo más que de cualquier recompensa externa. Se
asocia a los deseos de autorrealización y crecimiento personal, y está
relacionada a una buena productividad, ya que allí donde se da el individuo no
se limita a cumplir los mínimos necesarios para obtener la recompensa, sino que
se involucra personalmente en lo que hace y decide poner en ello gran parte de
su empeño.
3. Motivación positiva:
La motivación positiva se refiere al proceso por el cual un
individuo inicia o mantiene adherido una conducta gracias a la obtención de una
recompensa positiva, sea externa o interna (por el placer de la actividad).
4. Motivación negativa:
La motivación negativa hace referencia al proceso por el
cual una persona inicia o se mantiene adherida a una conducta para evitar una
consecuencia desagradable, tanto externa (castigo, humillación, etc.) o interna
(evitar la sensación de frustración o fracaso).
La Emociones.
Las emociones son el conjunto de reacciones psicofisiológicas
que tenemos como respuesta a estímulos externos. Esos movimientos o impulsos
producen una alteración de corta duración de nuestro ánimo, pero de gran
intensidad, y nos permiten adaptarnos a situaciones, personas, lugares u
objetos.
En las emociones influyen las experiencias o conocimientos
que adquirimos a lo largo de nuestra vida, pero también la forma en la que
reaccionamos desde nuestro nacimiento.
Tipos de emociones
Existen muchísimas formas de clasificar las emociones. Una
de ellas las divide en emociones primarias e innatas, y emociones secundarias o
sociales.
Emociones primarias e innatas
Están presentes desde tu nacimiento, forman parte de tu
proceso de adaptación y son universales, es decir, son independientes de la
cultura en la que creces. Estas emociones son seis:
- Alegría:
te brinda una sensación de bienestar, satisfacción y promueve la
afiliación con los demás. Aparece ante una situación que te gusta o te hace
sentir bien, y estimula los pensamientos positivos. La acción
característica es reír.
- Asco:
es el desagrado intenso que puedes sentir hacia algo que te parece
repugnante. Genera rechazo y puede, incluso, asegurar tu supervivencia
porque estimula la protección. Esta emoción puede causar tensión muscular,
hiperventilación y dolor estomacal.
- Ira:
es la irritabilidad o el enfado que provoca una función adaptativa de
autodefensa. Surge ante la pérdida de algo que consideras que te pertenece
o el daño que alguien te causa. En tu cuerpo genera hiperventilación,
taquicardia y tensión muscular.
- Miedo:
es el recelo o aprensión ante una amenaza o posible peligro (incluso
imaginario). Esta emoción provoca angustia, inseguridad e incertidumbre,
pero también es un mecanismo de protección. Cuando aparece en tu cuerpo se
acelera el ritmo cardíaco, tienes tensión muscular y, en ocasiones, puedes
sentir un dolor en la boca del estómago.
- Sorpresa:
es el asombro que surge ante un evento inesperado. Puede causar
desorientación por unos segundos mientras te adaptas a la nueva situación.
Cuando esta emoción se presenta, la expresión facial incluye la boca y los
párpados muy abiertos.
- Tristeza:
te produce desdicha o infelicidad ante la pérdida de algo o alguien que
realmente es importante para ti. Esta emoción produce reintegración, es
decir, que seas consciente de eso que añoras, y provoca una sensación de
duelo. El nudo en la garganta, la sensación de pesadez en el cuerpo, el
dolor en el pecho y la necesidad de aislamiento son algunas de las
señales.
Emociones sociales o secundarias
Aparecen después de las emociones básicas, como consecuencia
de la socialización, y a medida que desarrollamos capacidades cognitivas. Entre
ellas podemos mencionar:
- Culpa:
aparece cuando sientes que has traicionado los valores que tienes como
individuo y como miembro de una sociedad. En tu cuerpo se expresa con la
aparición de un nudo en la garganta, la tensión en el estómago y/o en el
pecho. Eso va acompañado de un pensamiento reflexivo y constante sobre un
evento o situación que te hace evaluar los antecedentes y las
consecuencias de la acción o decisión que tomaste.
- Celos:
aparecen cuando sientes una amenaza de perder algo que quieres o sientes
que te pertenece. A veces pueden demostrar inseguridad de ti mismo o falta
de confianza. Esta emoción negativa alimenta en ti el resentimiento hacia
una tercera persona presente en un triángulo relacional.
- Vergüenza:
es la emoción secundaria que aparece cuando consideras que quienes te ven,
o puede que lo hagan, serán testigos de un hecho o acción que perjudica tu
apariencia o la de alguien más. Esto hace que te inhibas y evites ciertas
conductas para que no recibas el rechazo o la burla de la sociedad.
- Orgullo: es una emoción adaptativa que aparece cuando estás muy satisfecho con lo que eres o lo que haces. Puede fomentar tu autoestima y seguridad. Sin embargo, cuando es en exceso, afecta negativamente tus relaciones.
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